lunes, 19 de agosto de 2013

Ceremonia de Clausura 2012 / 2013

 El futuro no pertenece a quienes a quienes saben esperar, sino a quienes saben prepararse. 
Honorables autoridades, queridos maestros, compañeros y padres de familia que hoy nos acompañan. Muy buen día a todos ustedes.
Mi nombre es Elizabeth Huerta Oliveros, se me ha concedido el honor de dirigir las palabras de despedida en representación de la generación 2010 – 2013 “Dr. Mario Molina Enríquez”.
 El tiempo ha pasado, ya no somos aquellos niños que iniciaron hace tres años la secundaria; hemos madurado, aprehendimos cosas extraordinarias; crecimos juntos emocional, física y personalmente. Cada uno de nosotros ha cumplido con uno de sus objetivos al estar hoy aquí.

Termina un ciclo escolar, ha llegado el momento de despedirse de personas y lugares que tal vez ya no frecuentaremos. Crecer duele. Pero no podemos evitar entusiasmarnos por la etapa que próximamente empezaremos.
Nuevos sueños, nuevas metas, nuevos retos, nuevas personas, nuevos lugares. La aventura continúa y en la escalera aún quedan peldaños por subir.
Tiempo de graduación es tiempo de despedidas. Hoy nos damos cuenta de cuanto disfrutábamos los enunciados de español, los experimentos de química, las meditaciones de cívica, los apuntes de historia, los diseños de artes, los traslados a taller, los proyectos de inglés, las clases libres de física, nos atemoriza saber qué listo de la clase no nos explicará más y nos preguntamos si la vida será más aburrida sin nuestros compañeros. Muchos de ellos seguirán siendo parte de nuestra vida. NO importa donde estén, no importa cuanto tiempo pase, nos buscaremos, nos encontraremos. Quizá harán un sitio en Facebook para continuar con la historia con la historia y tal vez aún con canas seguiremos siendo los amigos de siempre.
A nuestros profesores les daremos las gracias por haberse preocupado por nosotros, por ir más allá de instruirnos, por llamarnos la atención y ser estrictos  cuando hicimos las cosas mal. Por limpiarnos las lágrimas y aconsejarnos cuando lo necesitamos, por estar siempre al pie del cañon en cada ciclo escolar.
Agradecemos también a nuestros padres por motivarnos a salir adelante, por inculcarnos el hábito de estudiar, por su apoyo incondicional  a pesar de nuestros errores y por ser nuestra guía a no solo pensar en grande sino ser grandes
Compañeros hoy llegamos a la meta… debemos estar orgullosos por lo alcanzado. No es el final del camino, aún quedan largos senderos por recorrer, muchas metas por alcanzar, debemos seguir luchando por llegar a la cima y realizar nuestros sueños.
Paso a paso, venciendo cada uno de los obstáculos que se atraviesen, las puertas quedarán abiertas para escoger la que nos ha de conducir al éxito.
El honor más grande aún no ha sido otorgado, la carrera más  dura aún no ha comenzado. No basta con soñar hay que echar manos a la obra, luchemos, nunca es tarde..
No importa lo que hayamos vivido, ni los errores cometidos, las oportunidades que dejamos pasar, debemos estar listos para decir BASTA, y retomar el cambio del éxito.
Cada uno de nosotros tiene la libertad para diseñar su propia vida, lograr lo que se propone y tomar sus propias decisiones. El éxito compañeros, se logra con esfuerzo y valentía.
Para mí fue un honor haber pertenecido a esta generación, somos una familia que aunque hoy cada uno toma rumbos diferentes estoy segura y que este poco tiempo que convivimos lo atesoraremos por siempre.
Queridos compañeros, antes de despedirme quiero compartir con ustedes la frase:
¡No es grande el que siempre triunfa, sino el que jamás se desalienta!

Muchas  felicidades a todos por este gran logro.

Fotografia; Profr. Rafael Segura Zarate. 





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