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El municipio de Naucalpan parte fundamental de esta obra, gracias,también por el apoyo con las actividades de D.A.R.E.
Nuestros alumnos en un espectacular en un puente de San Bartolo junto con el Presidente Municipal.
“LA OBRA MAESTRA DE UNA BUENA EDUCACIÓN, ES FORMAR ESTUDIANTES RACIONALES, CREATIVOS Y HONESTOS”
Uno de los movimientos políticos, económicos y sociales ocurridos en América entre 1910 y 1920 es, sin lugar a dudas, la Revolución Mexicana.
Pancho Villa - Fue comandante de la División
del Norte al estallar la revolución. Guerrillero incansable.
La escuela Secundaria Estado de México celebró con honores la ceremonia del 107 Aniversario de la Revolución Mexicana, en ambos turnos, la Academia de Educación Física se encargó del evento con números atractivos como las tablas rítmicas con alumnas de 3er grado, bailes y reseñas históricas. El evento dio fin con éxito.
El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la época procolombina. Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales
aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos pueblos
mesoamericanos, fusionándolas con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos pueblos.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un mes completo.
Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacihuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "La Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictecacihuatl, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la
celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.
De cualquier modo, hay que destacar que esta celebración no es propia
de todos los mexicanos puesto que, pese a ser una fiesta que se ha
convertido en un símbolo nacional
y que como tal es enseñada (con fines educativos) en las escuelas del
país, existen muchas familias que son más apegadas a celebrar el “Día de
todos los Santos” como lo hacen en otros países católicos.
Además, cabe mencionar la fuerte influencia de los Estados Unidos que,
al menos en zonas fronterizas, se evidencia con la presencia de la
fiesta conocida como Halloween,
la cual se celebra cada año con más frecuencia y en un mayor número de
hogares. De ahí también que exista una inquietud entre los propios
mexicanos de querer preservar el Día de Muertos como parte de la cultura
mexicana sobre otras celebraciones parecidas.
En mi corta vida no había tenido noción de lo que era la desesperación,
pero el fenómeno la presentó a mí en su más pura expresión, en esos
momentos en que el pensamiento parece plantarse en la figura de seres
queridos que se encontraban lejos en ese momento,
en la necesidad de ayudar y en la angustia que engrosa los latidos y
hace la fatalidad entrar en el corazón tomándola como propia.
Los reportajes de edificios colapsados se detuvieron por un momento para
dar paso a informes sobre el protagonismo que las personas, que estaban
cerca de esos edificios, empezaron a tomar, fue entonces cuando se
transformaron en lo que algunos llaman "rescatistas",
yo prefiero llamarles "héroes" y, seguramente, las personas rescatadas
les llaman "ángeles" aún si caminan en cuatro patas; quienes
estoica,valerosa y abnegadamente vieron la tragedia a la cara y no
retrocedieron por la idea de perder, incluso, sus propias
vidas, quienes ayudaron donando e incluso sólo compartiendo la angustia
que abrumaba a la nación. Septiembre aún guarda espacio para héroes
patrios.
Las
palabras "solidaridad"
y "altruismo"
no podrían ser mejor definidas, y estas
mismas parecían convertirse poco a poco en una oleada, llegando a
convertirse en un sentimiento que traspasó fronteras, mares y tierra. 
Ni
siquiera la lluvia detuvo las labores de rescate, la tierra
parecía mofarse de lo ocurrido hace tiempo y no le bastó con el sismo
que, además, provocó doce días antes, pero no era así, ella nos estaba
demostrando su energía, su grandeza y pedía así que la
valoráramos, nos habló y nos recriminó no apreciar la benevolencia y
generosidad que nos muestra a diario y que a diario ignoramos.